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Entrevistamos a José Carlos García Gómez, Catedrático de Biología Marina de la Universidad de Sevilla (Departamento de Zoología, Facultad de Biología) acerca del Proyecto de Investigación del alga RO en el Puerto de Algeciras.

La intención principal de estas investigaciones es generar nuevo conocimiento sobre la especie invasora que contribuya a propiciar una gestión adecuada e integral de la misma. Estas investigaciones son complejas, a veces muy sacrificadas y poco gratificantes en términos de resultados".

 

Por Maite Méndez

1) ¿Cómo ha sido el proceso de aprobación del proyecto de investigación del alga RO en el Puerto de Algeciras? Es decir, desde que presentasteis el proyecto hasta que ha sido aprobado, ¿tuvisteis muchas dificultades? ¿Tuvisteis que esperar mucho/poco tiempo?

Me dirigí a la APBA para intentar que pudieran contribuir a cofinanciar investigaciones -previamente iniciadas- que eran necesario implementar sobre la invasión del alga asiática Rugulopteryx okamurae, antes de que esta especie fuese declarada formalmente especie invasora (a finales de 2020, casi cinco años después de ser identificada en las costas del Estrecho), ya que, aunque resultaba obvio que lo era, administrativamente llevaría un tiempo -excesivo en este caso- en ser declarada como tal. El proyecto tardó unos dos años en poder cristalizar, entre otras razones porque había que integrar bien sus objetivos en el ámbito de los ya establecidos en otros proyectos ya iniciados previamente. Para ello y, por tanto, para que la APBA pudiera justificar su participación, fue importante conocer previamente si sus infraestructuras portuarias tienen el alga bien establecida en las mismas. Esto se observó en los diques exteriores de abrigo, siendo también frecuente en su interior por lo que se pretende investigar si esta especie se puede fijar a los cascos de las embarcaciones atracadas y exportarse a otras zonas más alejadas utilizando como vector a aquéllas. Por otro lado, la APBA consideró importante, además de colaborar con los objetivos ya establecidos para otros proyectos en curso,  que se realizaran investigaciones en sus infraestructuras portuarias y zonas aledañas, orientadas a la detección temprana de especies exóticas con potencial invasor, con la finalidad de contribuir a su pronta erradicación o, al menos, de mitigación eficaz de los problemas de bioinvasiones que pudieran tener entrada a través del biofouling de embarcaciones que atracan dentro de los puertos y que puedan provenir de otros alejados.

2) Cuéntanos de qué se trata. Qué duración tiene y que objetivos esperáis cumplir.

Tiene una duración de cuatro años desde su fecha de formalización. Parte de los objetivos a cubrir dimanan de lo respondido en la pregunta anterior. Por otro lado, con carácter general, era muy urgente iniciar investigaciones de carácter ecológico que permitieran dimensionar el impacto real que estaba provocando la nueva invasora, sus mecanismos de acción y descubrir las fortalezas y debilidades de la nueva invasora en relación a las especies nativas. En ausencia de este conocimiento es muy difícil avanzar en posibles métodos de paliación del problema.  A modo de ejemplo comparativo, la irrupción de la Covid 19 que tantas vidas ha segado, exigió a nivel internacional de un enorme esfuerzo contrarreloj -tanto de investigación como económico- para caracterizar y conocer perfectamente el virus que la protagonizaba. Esto llevó tiempo, pero constituía un paso previo, esencial, para poder realizar las investigaciones posteriores que condujeron a las vacunas.

Los objetivos establecidos con la APBA se adaptaron preferentemente a sus infraestructuras portuarias, estableciéndose su integración con los de otros proyectos iniciados precedentemente, pero más específicamente con los que pretenden avanzar en el conocimiento sobre metodología de detección temprana de especies exóticas con potencial invasor y redes de estaciones-centinela. El proyecto de la APBA también contribuirá, sinérgicamente, a cubrir otros objetivos relacionados con la valorización del alga y la economía circular. En este último aspecto estamos trabajando con el Departamento de Biología Vegetal, Ecología y Ciencias de la Tierra de la Universidad de Extremadura, en su posible uso para obtener compost (un tipo de abono natural) obtenido de su ingesta por diferentes especies de animales invertebrados. 

 

3) ¿Con qué intención se realizan estas investigaciones?

Los objetivos antes expuestos responden, al menos parcialmente, a la pregunta recién formulada. Pero la intención principal es generar nuevo conocimiento sobre la especie invasora que contribuya a propiciar una gestión adecuada e integral de la misma. Estas investigaciones son complejas, a veces muy sacrificadas y poco gratificantes en términos de resultados, porque hay aspectos de aquellas que se inician e implementan sobre una hipótesis previa de trabajo que, cuando intenta probarse, fracasa o bien lleva demasiado tiempo probarla. Esa componente de incertidumbre para la obtención de resultados positivos es algo intrínseco a los estudios científicos.

 

4) ¿Es posible esperar una salida económica a largo plazo a la situación que ha creado la invasión del alga RO? Es decir, ¿hay industrias que están invirtiendo ya en utilizar el alga con fines económicos?

Si el ecosistema nativo frena con el tiempo la capacidad expansiva del alga (por falta de adaptabilidad de esta a medio-largo plazo), aunque la integre relegándola a una presencia más discreta y sostenible ecológicamente (lo que está por ver en este caso, dada su prodigiosa potencialidad competitiva respecto a la biota nativa de nuestras aguas) -como ha sucedido en muchas otras bioinvasiones de macroalgas- el escenario no sería probablemente productivo para su explotación. Pero si la invasora sigue manteniéndose con firmeza y expandiéndose (aunque en algunas zonas puntuales parece haber retrocedido), como ya lo está en el Golfo de Marsella, Marruecos y las Azores, resulta obligado intentar buscarle una utilidad, desde una perspectiva de economía circular. Al respecto se está investigando en varios campos (obtención de compost,  actividad farmacológica, obtención de biocombustibles …) y hay iniciativas empresariales y de cooperativas que, directamente, intentan obtener productos de interés comercial del alga, especialmente para dar salida lo antes posible a las toneladas de arribazones que, recurrentemente, se depositan en nuestras playas generando costes importantes de limpieza, pérdidas de arena por la utilización de máquinas con cuchara, no selectivas, y posible impacto en el sector turístico. Al respecto, tiene mucho mérito el abanico de iniciativas y aportaciones que está realizando las asociaciones Algas del Estrecho y SEPER Tarifa. Ambas asociaciones están implicadas de manera finalista en valorización del alga para propiciar la utilización y reciclaje de arribazones de manera que estos no se consideren un residuo sino una materia prima. 

5) Se trata realmente de una invasión o es una manera del mar de equilibrar su ecosistema después de años de calentamientos de la superficie del agua?

Se trata de una invasión en toda regla de una especie alóctona que ha recalado en aguas del Estrecho proveniente posiblemente de su zona de origen, el océano Pacífico (costas de Japón, Corea y China), provocando una alteración ecosistémica sin precedentes. Aunque el vector de transporte se desconoce y podría tratarse de aguas de lastre, no puede descartarse -especialmente por cercanía- que pudiera provenir de la costa mediterránea francesa (laguna de Thau), donde se localizó en 2002, siendo la primera cita para el Mediterráneo occidental, y su introducción allí se vinculó a la acuicultura de la ostra japonesa (Crassostrea gigas). La temperatura superficial del agua, cuyo pico máximo -en una serie de los últimos 20 años, hasta 2017- en las aguas del Estrecho se produjo en julio de 2015, pudo contribuir a ello.

 

6) ¿Cómo está facilitando o va a facilitar la Autoridad Portuaria de Algeciras las labores de investigación?

Muy especialmente concediendo las autorizaciones correspondientes para acceder al interior de zonas portuarias para obtener muestras, ubicar estaciones centinela e instrumentos de medición de parámetros físico-químicos y realizar observaciones inherentes a los estudios planificados.

 

7) ¿Cuántos profesionales están trabajando en estas investigaciones y cuándo se espera obtener resultados? ¿Se ha establecido una sede de investigación en Algeciras o se va y viene a Sevilla?

Pues de mi equipo cinco, más algunos adicionales, adscritos a otros proyectos que colaboran puntualmente en campañas, separación de muestras o análisis de datos. En el ámbito de este proyecto se establecen colaboraciones también con profesionales de otras universidades, centros de investigación y administraciones públicas, con independencia de colaboradores insertos en la corriente emergente de “Investigación Ciudadana” o Citizen Science. Resultados ya se van obteniendo al albur de investigaciones precedentes que han desbrozado el camino, pero algunos de ellos requieren de confirmación. Los que ya han sido contrastados han sido publicados en revistas internacionales, tres de ellos en la modalidad “Open Access” con lo cual pueden ser descargados de la web sin coste alguno. No tenemos sede de trabajo en Algeciras ni en el Campo de Gibraltar ya que las investigaciones las tenemos organizadas en campañas de observación, toma de datos y obtención de muestras, por lo que nos desplazamos para ellas desde Sevilla. El trabajo de laboratorio lo realizamos en la Facultad de Biología de Sevilla, el Área de Investigación I+D+I del Acuario de Sevilla y en la Estación de Biología Marina del Estrecho (Ceuta). En el litoral de Ceuta también investigamos la evolución del alga invasora, gracias a la colaboración financiera de OBIMASA, dependiente de la Consejería de Medio Ambiente y Sostenibilidad de la Ciudad Autónoma.

 

8) ¿Se están detectando ya nuevas especies invasoras?

Aún no, en el ámbito de este proyecto, pero para el primer informe anual haremos una revisión de las que ya se han identificado por otros investigadores y cuya presencia procuraremos confirmarla.

 

9) ¿Quién está financiando estos estudios?

Para la detección temprana de especies con potencial invasor en entornos portuarios, la APBA, para estudios relacionados con R. okamurae y de los que somos en la US directamente responsables, además de la APBA, la Fundación CEPSA y REE con apoyos adicionales de la Diputación de Cádiz, Endesa, Acerinox, OPP51 de Almadrabas y el puerto deportivo Alcaidesa Marina de La Línea.

10) Aparte de la Autoridad Portuaria de Algeciras y la Universidad de Sevilla, ¿existen otros agentes involucrados en estas investigaciones? ¿Quiénes?

En mi conocimiento, también existen otros grupos de investigación, instituciones y/o empresas que trabajan en investigaciones relacionadas con las nuestras y centradas en la especie concernida, con las cuales colaboramos en temas puntuales. Son ejemplos el IFAPA, el CSIC (Instituto de la Grasa de Sevilla; a través de un proyecto del Plan Nacional de Investigación en el cual colabora directamente nuestro grupo de investigación). La UCA trabaja en la identificación y caracterización de metabolitos secundarios contenidos en la especie invasora. La UMA tiene abiertos varios frentes, la mayor parte de los cuales canalizados a través del IBYDA, al que le ha sido concedido por el Plan Nacional de Investigación un proyecto muy interesante titulado ‘Investigación interdisciplinar para una gestión azul del alga exótica invasora Rugulopteryx okamurae en el Mediterráneo (BLUEMARO)’. Algunas de sus objetivos se centran en la obtención de biocombustibles, cosmecéutica y biocompostaje. Con especialistas del IBYDA también tenemos en curso investigaciones sobre el alga invasora, relacionadas con estudios de micro y macronutrientes que puedan contribuir a explicar la insólita expansión del alga y su rápido crecimiento. Otra colaboración está en curso impulsada por investigadores del Grupo "Neurodegeneración y Neuroprotección" del Departamento de Farmacología, Pediatría y Radiología de la Facultad de Medicina, centrada en el estudio de la evaluación de sustancias bioactivas procedentes del alga R. okamurae, como fuente de compuestos neuro-farmacológicos para la prevención y tratamiento de procesos neuroinflamatorios. Al respecto, cabe recordar que estos agentes bioactivos como antioxidantes y antiinflamatorios son los mecanismos de acción más comunes de compuestos neuroprotectores y anti-envejecimiento. 

 

11) Una vez terminado el plazo de investigación, ¿cuáles van a ser los siguientes pasos?

Ahora los desconozco, pues plantea numerosas dificultades de coste y logística, dado que R. okamurae es un alga submareal (aunque también se encuentra en charcos de marea) que se ha encontrado hasta algo más de 40 metros de profundidad. Muchas veces de las que planteamos campañas estas se tienen que abortar por mal tiempo o por existencia de mucho viento e intenso oleaje. Pero lo fundamental es que exista financiación, especialmente para la contratación de personal cualificado que se dedique con intensidad y continuidad al tema. Nos preocupa mucho el aspecto de la pesca y la posible influencia, directa o indirecta de la presencia del alga en la zona, bien por alejar a los peces de interés comercial por modificación sustancial del hábitat original (afección directa), bien por los enganches masivos en las redes del sector artesanal, de tallos del alga que se desprenden masivamente del fondo y al quedar retenidos (con cierta frecuencia, masivamente) en las redes, estas podrían ser descubiertas por los peces que conseguirían evitarlas (afección indirecta). El caso es que, como usted sabe, el sector pesquero artesanal, ha denunciado reiterativamente que el alga ha provocado una merma notable en sus capturas.