Un investigador de las Azores advierte de "implicaciones devastadoras" como la pérdida de Biodiversidad Marina por el aumento de algas RUGULOPTERYX OKAMURAE
João Faria, investigador del Grupo de Biodiversidad de las Azores/cE3c de la Universidad de las Azores, advierte que el alga rugulopteryx okamurae está empezando a ganar dimensiones preocupantes principalmente en la costa sur de la isla de São Miguel, donde en algunos lugares ya está implantada al 100%. La pérdida de biodiversidad marina es la mayor preocupación ya que la presencia de esta alga -llamada "silenciosa" porque ha ido ganando terreno y pasando desapercibida dadas sus similitudes con otras algas- provoca el desplazamiento físico de especies autóctonas. Además, el fenómeno de arribazones de estas algas, que también se han detectado en Faial, Pico y Graciosa, ha ido alejando a los bañistas de las zonas de baño donde han estado dando a la costa, debido a los olores. João Faria señala que "es esencial que las autoridades competentes ejerzan una supervisión mayor y más eficaz con respecto al movimiento de aguas de lastre cerca de los puertos de las Azores", para evitar que estas algas lleguen a otras islas.
Se detectó por primera vez en la costa sur de São Miguel en 2019 y actualmente el alga rugulopteryx okamurae se ha expandido y ya alcanza, en algunos lugares, una cobertura del orden del 90-100%.
Llamada alga "silenciosa" porque tiene similitudes con otras algas que ya están presentes en el archipiélago y ha ido ganando terreno, pasando desapercibida para buceadores e investigadores, Rugulopteryx okamurae ha estado en negrita en algunas áreas de São Miguel, donde se puede ver el tamaño que comienza a tener esta alga.
El investigador João Faria, colaborador del Grupo de Biodiversidad de las Azores/cE3c de la Universidad de las Azores, se ha dedicado a la investigación en áreas relacionadas con la conservación, la ecología experimental y la diversidad genética de diversos organismos marinos. Y últimamente ha tratado de comprender los efectos de las perturbaciones naturales y / o antropogénicas (por ejemplo, invasiones biológicas, pesca, calentamiento global y acidificación de los océanos) en los recursos y ecosistemas costeros.
João Faria revela que estas algas han ido ganando terreno en São Miguel y este año este año ha sido más extravagante, con la audacia de ellas en las playas, especialmente en la costa sur de la isla.
El investigador revela que se trata de una especie que "desde que fue identificada en las Azores, ha manifestado una capacidad de expansión y crecimiento sorprendente habiéndose extendido, en los últimos dos años, por toda la costa sur de São Miguel".
Esta alga invasora "parece haber encontrado en la región las condiciones perfectas para propagarse" y así en gran parte de los fondos rocosos de baja profundidad, la especie alcanza una cobertura del orden del 90-100%.
João Faria destaca la "capacidad de multiplicarse vegetativamente por fragmentación y a través de propágulos que se desarrollan en la superficie de la férula, lo que genera una enorme producción de biomasa". Y el resultado más visible de este crecimiento "es la gran cantidad de algas marinas que se ha depositado en los últimos meses en la costa". La justificación, además de esta facilidad de propagación, también se debe a la falta de depredadores -herbívoros- pero también "el calentamiento global, un nicho ecológico más debilitado por la sobrepesca y las invasiones biológicas previas" son condiciones que pueden haber favorecido la rápida propagación de la especie en la Región.
Con origen en el Océano Pacífico (especialmente Filipinas, China, Corea y Japón), Rugulopteryx se identificó por primera vez en aguas europeas en 2005. En 2015/2016, se observó una expansión masiva en gran parte del Estrecho de Gibraltar y la costa andaluza, donde se produce abundantemente. Sin embargo, se ha detectado en la costa del Algarve, pero en una pequeña cantidad. En el espacio de un año, esta alga se extendió a lo largo de la costa sur de São Miguel convirtiéndose, en ciertos lugares, en la especie más abundante, cubriendo el fondo marino rocoso casi al 100%.
Hasta ahora, el investigador informa que la distribución de algas marinas ha sido más constante y restringida a la costa sur de São Miguel. Sin embargo, hay informes de la aparición de Rugulopteryx okamurae no sólo en São Miguel sino que también habrá llegado a las islas de Faial, Pico y Graciosa.
Implicaciones para el ecosistema
¿Qué implicaciones puede tener la abundancia de esta alga para las zonas costeras? El investigador João Faria no tiene dudas y cree que "las implicaciones pueden ser devastadoras". En concreto, lo más preocupante será, sin duda, "la pérdida de biodiversidad marina y el cambio en la estructura de las comunidades costeras".
Explica que, explica, la presencia de esta alga en los fondos rocosos de baja profundidad "provoca el desplazamiento físico de especies autóctonas debido a la ocupación del sustrato e impide al mismo tiempo la fijación de larvas o propágulos de otras especies". Esto, junto con las cantidades de biomasa observadas en los sitios invadidos, "representan una presión ecológica significativa sobre los ecosistemas nativos" y puede haber pérdida de biodiversidad marina.
Lo que significa que "obviamente es preocupante" que esta alga haya avanzado en la Región. "Como ya he mencionado, esta especie no solo tiene el potencial de afectar el equilibrio ecológico de la comunidad, sino también actividades económicas fundamentales para la región como la pesca y el turismo", explica. Agrega que "en un pronóstico más pesimista, es más probable que la especie continúe expandiéndose por toda la región". Sin embargo, el investigador cree que puede existir la posibilidad de que "las comunidades nativas puedan competir con esta alga y evitar que monopolice el paisaje submarino", aunque no hay certeza de que esto pueda suceder.
Lo que sin duda podría suceder es que se extienda por las nueve islas, debido a la "comunicación marítima" entre la región. "Lo más probable es que la especie se extienda a todas las islas", dice sin dudarlo.
¿Qué se debe hacer?
João Faria señala que "el mecanismo más probable de entrada de esta especie en la región habrá sido a través del transporte en aguas de lastre de barcos, que habrán sido traídos de lugares distantes y liberados cerca de los puertos marítimos", es decir, cerca del puerto de Ponta Delgada, donde la especie fue detectada inicialmente.
Para eliminar el riesgo de nuevas introducciones, el investigador cree que "es esencial que las autoridades competentes ejerzan una supervisión mayor y más eficaz en relación con el movimiento de aguas de lastre cerca de los puertos de las Azores".
¿Y es posible controlar este aumento? La respuesta es desalentadora: "después de que surge, poco o nada se puede hacer para controlar la expansión de la especie". La única posibilidad, revela, "es limitar su movimiento entre islas vigilando y controlando su transporte en aguas de lastre de los buques que circulan por la región". Pero todavía no hay garantías de éxito y el investigador sostiene que "el tiempo dirá si las comunidades costeras nativas tendrán la capacidad de responder a esta invasión abrupta". El investigador ha estado monitoreando la propagación de algas marinas en la isla de São Miguel y "evaluando los impactos que esta especie tiene en las comunidades costeras".
Y para los bañistas en zonas de baño donde han aparecido estas algas, ¿puede haber daño por contacto con ellas? "No tenemos ninguna información de que esto pueda suceder", responde el colaborador del Grupo de Biodiversidad de las Azores/cE3c de la Universidad de las Azores. Sin embargo, "algunas zonas costeras se han vuelto poco atractivas debido al olor desagradable que emana de las enormes cantidades de esta alga de descomposición", lo que puede tener consecuencias para la disminución de los bañistas en ciertas zonas de baño.
Otras aplicaciones
¿Podría esta especie tener alguna aplicación y ser utilizada antes de ser utilizada en zonas costeras? "Sí, lo siento. Hay algunos estudios y proyectos en curso que apuntan a posibles aplicaciones de esta alga en las industrias alimentaria, cosmética y farmacéutica", afirma el investigador con especialización en Biología de la Conservación, de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Lisboa, y máster en Biodiversidad, Genética y Evolución de la Universidad de Oporto. Rugulopteryx okamurae es un alga multicelular perteneciente a la familia de las Dictyotaceae, género Rugulopteryx. En su hábitat natural vive a poca profundidad -entre 0,5 y 5 metros aunque puede llegar a los 15 metros ocasionalmente- y debe su nombre al botánico y novelista Kintaro Okamura que se entregó a esta disciplina de la botánica dedicada al estudio científico de las algas.
Es una especie de alga parda, nativa del Océano Pacífico que habita en las costas de Japón, China y Corea. Fuera de su hábitat natural, su presencia fue detectada en 2002 en la laguna costera de Étang de Thau en Francia, donde probablemente llegó como resultado de la contaminación por ostras de Japón (Crassostrea gigas) para la acuicultura. Desde 2015, se ha asentado en aguas cercanas al Estrecho de Gibraltar, donde se comporta como especie invasora y causa graves daños a los ecosistemas naturales de la región.
Carla Dias (Correo dos Azores)